En primera instancia, los acusados explicaron que  Sofía Fernández había sufrido una muerte súbita. Sin embargo, tras los resultados de la autopsia, la familia supo que la verdadera causa de su deceso había sido asfixia, por lo que denunciaron a los agentes de esa comisaría, acusándolos de matarla y simular un suicidio.

En consecuencia, se abrió una causa caratulada como “averiguación de causales de muerte”