El número de muertes por un fuerte temporal en Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, se ha elevado a 13, en medio de lo que se ha descrito como el "peor desastre" en la historia del estado. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajará a la zona este jueves para evaluar la situación de forma personal.

Las intensas precipitaciones con granizo y vendavales han provocado inundaciones y deslizamientos, llevando al gobierno local a decretar el "estado de calamidad pública" en la región afectada. Hasta el momento, se han reportado 12 heridos, 44,640 personas afectadas y 21 individuos continúan desaparecidos.

El gobernador Eduardo Leite ha calificado la situación como "crítica" y ha solicitado apoyo al Ejecutivo para llevar a cabo labores de rescate. Las condiciones climáticas adversas han dificultado las operaciones de rescate, con fuertes lluvias pronosticadas para continuar hasta el viernes.

El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) ha advertido sobre vientos fuertes, descargas eléctricas, granizo y precipitaciones que podrían superar los 200 mm en la región. Además, se han reportado daños en carreteras, cortes en el suministro de energía eléctrica y agua, así como la incomunicación de varios municipios sin telefonía ni internet.

Como medida preventiva, se han suspendido las clases en el estado y todos los partidos de fútbol previstos para el próximo fin de semana han sido cancelados por la Federación Gaúcha de Fútbol.