El Papa Francisco sorprendió este jueves a los transeúntes, al ingresar a la Basílica de San Pedro sin su vestimenta pontificia habitual. Bergoglio vestía pantalón negro, camisa blanca, una manta y con sus cánulas nasales visibles. La escena, que rápidamente se viralizó, generó gran impacto y sorpresa.
Acompañado por sus asistentes médicos, el Papa, de 88 años, se desplazó en silla de ruedas por el templo, mostrando una actitud sonriente y afectuosa. Esta aparición se sumó a la del domingo anterior en la Plaza de San Pedro. Durante su visita, el Papa saludó a los presentes y conversó con un niño, demostrando una notable mejoría en su estado.
Según Vatican News, el Papa visitó la Basílica para rezar ante la tumba de san Pío X, un pontífice con quien se siente espiritualmente conectado. También se detuvo ante el monumento de Benedicto XV y las tumbas restauradas de Pablo III y Urbano VIII.
La presencia del Papa causó gran emoción entre las aproximadamente cien personas presentes, incluyendo peregrinos, trabajadores y turistas. Muchos intentaron acercarse para saludarlo, conmovidos por su inesperada visita.
