
El centro de Estados Unidos se enfrenta a la posibilidad de sufrir inundaciones históricas sin precedentes, potencialmente las peores en 1000 años, durante el mes de abril. Este fenómeno, impulsado por el cambio climático, podría convertir varias regiones en zonas de desastre en cuestión de días, alertó la NASA.
Se espera que las precipitaciones alcancen en cinco días el equivalente a cuatro meses de lluvia, debido a la confluencia de factores meteorológicos como un "río atmosférico" que transporta humedad desde los trópicos y un "atasco" atmosférico que provoca la repetición de tormentas sobre las mismas áreas. La saturación del suelo y las lluvias constantes aumentan el riesgo de inundaciones repentinas y de gran magnitud, especialmente para las comunidades vulnerables.
Los meteorólogos advierten sobre la rápida escalada de la situación y el potencial de consecuencias mortales. Jonathan Porter de AccuWeather, describe este patrón como una "receta para graves inundaciones".
Las regiones más amenazadas incluyen Arkansas, Misuri, Tennessee, Illinois, Indiana y Kentucky, áreas que ya han experimentado inundaciones este año y que podrían enfrentar un riesgo aún mayor debido al aumento del caudal de los ríos.