Desde el Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, GNC, Garajes, Playas de Estacionamiento y Lavaderos de Autos (Soesgype), advierten que el autodespacho de combustibles pone en riesgo más de sesenta y cinco mil fuentes laborales. 

Carlos Acuña, secretario general del sindicato, no descartó medidas de fuerza en respuesta a esta decisión gubernamental. Acuña ha argumentado que la introducción del autoservicio no solo incrementará la tasa de desocupación, sino que también favorecerá a las empresas petroleras y a las estaciones de servicio en términos de rentabilidad. 

Refiriéndose a experiencias pasadas, el sindicalista recordó que en la década de 1990 se intentó implementar el autoservicio de combustibles en Argentina, pero esta iniciativa fracasó. Según Acuña, la percepción de que se trata de un avance tecnológico es errónea, ya que en ese entonces el público no adoptó la idea de actuar como playero. 

El sindicalista también ha señalado las implicaciones de seguridad que conlleva permitir que los clientes manipulen combustible sin la supervisión adecuada. Acuña advirtió que cualquier incidente relacionado con el manejo del combustible recaería en el propietario de la estación, independientemente de la culpa del cliente. 

El líder sindical ha informado que el salario de los playeros representa aproximadamente un 3% del costo total del combustible. Sin embargo, la implementación del autoservicio pone en riesgo más de 65.000 empleos en el sector. Acuña ha concluido que no existen beneficios tangibles para los trabajadores ni para los consumidores, sugiriendo que la medida busca principalmente reducir costos para las empresas sin considerar el impacto social que puede acarrear.