Vive alejada de la ciudad, en un lugar muy grande que, según describe “tiene una parte medio salvaje, y los vecinos están lejos de la zona que habito”. Se define como una persona bastante solitaria que disfruta de las pequeñas cosas de la vida. “No soy de gastar dinero y comprarme cosas porque sí. Disfruto mucho de mis ocho perros (Julio, un galgo, y Pichu, Magui, Bianca, Meloni, Cacha… todos perros callejeros)”, agrega. Y cuenta que al último lo encontró en la calle yendo a votar por las PASO y decidió bautizarlo con un nombre simpático por orden de llegada: “Le puse “Ocho”. Y si bien hay algunos gatos dando vueltas por ahí, el que vive dentro de la casa se llama Sandokán.