A partir de los allanamientos realizados en San Pedro en diferentes estancias, en las que se realiza el proceso de desfloración del maíz, donde se encontraron más de 300 peones rurales trabajado en condiciones absolutamente irregulares se pone en la mesa de discusión el denominado ‘empleo golondrina’.

“¡Me sorprende que no se sorprendan por esto!”, afirmó la socióloga e investigadora del Conicet y de la UBA, Susana Aparicio.

“Los trabajadores en peores condiciones son los que operan en cuestiones estacionales como estas. La legislación que rige el trabajo agrario está desde el ’47 y no ampara al empleado. Desde la democracia no se modificó. La legislación no impone horarios de trabajo, solo descanso para dormir y almorzar. Tampoco incluye especificaciones sobre condiciones laborales”.

“Hay situaciones terribles, esta es una. También ocurre en el cultivo de tabaco. En general, las grandes cosechas son en épocas de calor”, precisó.

“Existen distintos proyectos en el Congreso para modificar la ley de trabajo agrario pero no se trató ninguno”, advirtió la socióloga.

Además, precisó que el control de este tipo de trabajo está desde hace más de una década en mano de las provincias.

“Aquí se manipulan agroquímicos sin demasiado conocimiento”, lamentó Aparicio.