Quienes la conocen bien saben que Julieta Ortega es una mujer adorable y sensible, con un sinfín de curiosidades que la hacen aún más interesante a la hora de comenzar una conversación. Llega al teatro dos horas antes de la función, saluda a Alejandra Canosa con una sonrisa y expresa: “¡Qué lindo verte y que hayas visto la obra! Elijamos el lugar que te quede cómodo en la platea y arrancamos la nota”. Y el lugar ideal fue un lateral derecho de la sala, mientras del otro lado de la platea iban pasando algunos de sus compañeros de elenco, la directora y el sonidista para ajustar detalles.