-¡Hola Ale! ¿Cuándo querés que hagamos la nota? Será un placer conversar sin tiempo, así que si te parece, esta noche hablamos porque me acuesto tarde

-Listo, te llamo a las 22.

-Genial.

"No contrataría a alguien solamente porque es un influencer"

Pepe Cibrián Campoy responde con la inteligencia de quien tiene buena escucha y por ende piensa, reflexiona y finalmente se deja llevar por lo que dicta su corazón. A los 75 años ha demostrado que no tiene filtro y hace lo que le da “la puta gana”, según define. Es uno de los mayores referentes del musical en la Argentina. Pero además, es actor, autor, director teatral… un apasionado y luchador incansable, a quien nadie le ha regalado nada porque todo lo que tiene se lo ha ganado en buena ley. Y, como si fuera poco, también es hijo de dos glorias de la escena nacional: José Cibrián y Ana María “La Campoy”.

“Estoy viviendo en un espacio muy mágico -cuenta con ese tono de voz inconfundible que cualquiera reconocería con los ojos cerrados-, con un parque que yo mismo imaginé, es una jungla donde desde mi inmenso dormitorio, con grandes ventanales, veo cantidad de palmeras y árboles que vi crecer. Me costaron un dinero, pero me lo gané laburando”.

-¿Cómo es un día en la vida de Pepe?

-Desayuno, hago gimnasia, ando en bici, hago abdominales, camino mucho por el parque, recibo al jardinero que viene todos los días, disfruto de mis perros que además duermen conmigo, doy clases por zoom… Luego el día se completa preparando algún plato en la cocina, me acuesto tarde, miro series. Y una vez por semana viajo a Capital (vive en Pilar desde hace varios años) porque siempre tengo algo allá: juntarme a cenar con amigos o algún otro trámite.

-¿Comenzó la cuenta regresiva para la despedida definitiva de Drácula?

-Ahora, sí. Y tengo la misma ilusión que hace treinta años cuando la estrenamos. Y después. seguiré con mi vida como siempre, trabajando, gestionando proyectos, recordando mi primera obra a los dieciocho años en un Café Concert de la ciudad de Mar del Plata (“Mundo pobre querido”) y disfrutando cada día con intensidad.

-Drácula es parte de la historia del teatro nacional, está en su ADN y enamoró a cientos de miles de fanáticos, incluidas las nuevas generaciones, por todo el país. ¿Te acordás cómo fue el comienzo?

-Es muy difícil hacer un resumen de lo que fue esa noche porque tanto Tito como Ernestino Lectoure y yo, pudimos sentir lo que implicó aquel día en el cual me dijeron “sí, vamos para adelante”. Les presenté un proyecto delirado porque ni siquiera tenía escrita la obra, pero la noche anterior decidí hacérselo saber a Tito, quien me había concedido una entrevista en el Luna Park, ¡en el Luna!, y no la iba a desaprovechar. Me cambió la vida y a ellos también. Necesitaban una nueva forma de boxear y así fue.

-¿Cuál fue el motivo por el que Lectoure se jugó todas las fichas por un musical?

-Mirá, meses después de estrenado el espectáculo, ya con un éxito increíble, se lo pregunté y su respuesta fue: “Estoy acostumbrado a hacer campeones”.

"No contrataría a alguien solamente porque es un influencer"

Pepe hace una pausa y señala: “La despedida tiene que ver con la intención de reinventar aquella noche mágica, en la que arriesgamos y nos tiramos a una pileta sin saber si estaba llena o vacía. Sólo sabíamos que estaba llena de ilusiones, pero no sabíamos qué iba a pasar. Ahora, disfrutar del ensamble con la música maravillosa de Ángel Mahler, ver a Juan Rodó, a Cecilia Milone y a un equipo enorme de gente talentosa en el escenario, tan comprometidos, me hace muy feliz".

-¿Cómo viene aspectado lo que resta del año?

-De aquí a fin de año será lo que el universo me quiera dar. En principio, disfrutar de todo lo que sucederá en el Luna Park y tomando audiciones para un nuevo proyecto muy importante que seguramente verá la luz el año que viene, y me reservo el título todavía. Sigo dando cursos y seminarios y evalúo fechas para viajar porque me gusta muchísimo.

-Siempre fuiste muy exigente con las audiciones:  la higiene personal, la formación, largas horas de ensayo... ¿Qué ha cambiado en estos tiempos?

-Estoy seguro de que mis próximas audiciones serán muy similares a las que he tomado en el año 71, cuando hice “Universexus”, en el Teatro San Martín. El talento se ve enseguida. Sin embargo, no aplica para percibir la personalidad, el compromiso, la convicción, la pasión, jugársela… eso se logra después de varios días de audición y el recorrido es largo.

-Hoy, ser influencer te habilita a ocupar un lugar como panelista en TV, protagonizar un espectáculo teatral o de otro tipo ¿Qué opinás?

-Los eventos teatrales profundos no se ven a través de influencers, a menos que sean talentosos. Porque pueden serlo, claro. Pero me causa mucha gracia cuando alguien busca “actriz con más de cincuenta mil seguidores”. Esa cantidad de seguidores no lleva gente a la platea. Hay cosas que se han modificado y las redes existen, pero el teatro alternativo y el teatro comercial siguen generando trabajo para gente con talento. No contrataría a alguien sólo por ser influencer.

-¿Cómo ves a la TV abierta en líneas generales?

-No veo programas de televisión abierta, y no por menospreciarla, sino porque no me interesa el contenido. Hace más de quince años que dejé de hacerlo, puedo leer un libro o ver una película si me interesa, pero la tele no va más para mí.

-¿Qué reflexión hacés respecto de la actualidad del país?

-Creo que todos los argentinos de buena fe reflexionamos igual acerca del dolor que nos causan las cosas que pasan y nos preguntamos ¿por qué? ¿para qué? Y la única manera que tenemos de cambiar las cosas es saber elegir en el momento de votar, respetando las convicciones de cada uno. La actualidad del país es muy dura en tiempos de elecciones y mi observación aplica para todos los partidos. Necesitamos un cambio profundo a nivel social, económico, cultural… y yo no creo que llegue a verlo. No lo creo.

"No contrataría a alguien solamente porque es un influencer"

Pepe se conmueve y se angustia a la vez, tal es así que suele hacer vivos en Instagram y hace catarsis. “A Morena la mataron, el país debería haber parado, sin violencia claro. El país está de luto y yo no me puedo callar. Deseo lo mejor para las nuevas generaciones aunque muchos jóvenes emigren desmotivados por no poder hacer nada en este maravilloso país que también tiene gente que vale oro", define.

-¿Qué te genera el acto de ir a votar?

-Mucha emoción. Tanta como en el año 83, cuando votamos después de la Dictadura. La posibilidad de que nosotros podamos ser autores de nuestro destino, del futuro del país más allá de las ideologías… Ir a votar es para mí un acto liberador.

-¿De qué estás harto?

-Estoy harto de tantas cosas. Trato de informarme sin leer tanto los diarios porque es siempre lo mismo, eso me harta. Prefiero leer diarios de otros países, donde se habla de lo que pasa en Ucrania, o en lugares donde el hombre sufre, donde hacen un análisis profundo del cambio climático, de qué va a pasar de nuevo con China, lo que sucede en Estados Unidos, o cómo está la extrema derecha en Italia.

-¿Qué sentís cuando ves que muchos jóvenes profesionales deciden irse del país por falta de oportunidades?

Es doloroso porque nadie se va de su país con tanta alegría. Los motivos son otros y afuera la cosa tampoco es tan fácil. Yo he vivido en el exterior temporariamente alguna vez y vengo de una familia exiliada. Nosotros somos muy cálidos acá, le damos la bienvenida a todo el mundo, o invitamos a tomar café, los argentinos somos muy especiales, maravillosos. Me apena que se vayan del país porque hay mucho de nuestro talento afuera.

-Tenés un largo recorrido hecho en la vida y en la profesión ¿Qué ves cuando te ves?

-Me veo bien, me siento vital, como sano, no fumo, no consumo drogas ni bebo alcohol. De sólo pensar que muchos de los horrores que estamos viviendo tienen que ver con quienes consumen drogas me impresiona.

-¿Cuál es el mejor premio que te ha dado la vida?

-El mejor premio es haberme permitido, a través de mis padres, conocer a los Lectoure, a mi gran amigo y productor Daniel Macon y otros, mis elencos, los artistas, haber hecho teatro en sótanos, en el Luna Park, siempre hice cosas y no me importó dónde. El haberme dado la posibilidad de poder defender mis ideas y mis convicciones en el Senado de la Nación y me han devuelto muchísimo.

-¿Con quién tomarías un café pendiente para charlar sin tiempo?

-Volvería a tomar un café con mi padre por tantas cosas que no hemos hablado, cosas que he vivido y no pudimos compartir, le consultaría qué hacer con determinadas decisiones por la confusión que a veces me surgen como artista, luchador, creativo, como hombre. Estoy seguro que nos pasaríamos horas hablando como muchas otras veces. Me encantaría volver a tenerlo enfrente para escucharlo.