“Fue una mañana normal en Olivos, como todos los días”, narró el ex piloto de Fernando De La Rúa, Claudio Zanlogo, en referencia al 19 de diciembre de 2001.

“Suponíamos que algo pasaba porque nos llamó el jefe de operaciones para ordenarnos que lleváramos el helicóptero al Aeroparque”, dijo el ex empleado del presidente radical, quien precisó que las órdenes, en general, las impartía el edecán.

Asimismo, explicó que aterrizar en la terraza de la Casa Rosada “no es lo habitual” y es “bastante apremiante” y riesgosa.

“No es algo anormal que una nave permanezca en suspensión pero sí es raro que suceda para que ingrese un presidente”, enfatizó.

“Desde que subió el presidente hasta Olivos son poco más de 4 minutos de viaje”, dijo en La Vuelta.

“Uno de los helicópteros que integra la flota presidencial actual es ese”, sostuvo Zanlogo.

“Éramos concientes de todo lo que ocurría en el país, pero nos enteramos que había renunciado después que lo dejamos en Olivos”, subrayó.

Cuando el helicóptero aterrizó en la Residencia presidencial de Olivos, al ex jefe de Estado lo esperaba el entonces administrador de la quinta, quien “se abrazó afectuosamente con el presidente y fue la primera vez que lo vi sonreir a De la Rúa, como habiéndose sacado una mochila de encima”, relató Zanlogo.