Sebastián Marroquín es la identidad que lleva desde hace 23 años el hijo del narcotraficante más grande de América Latina, el fallecido Pablo Escobar. Acaba de publicar un libro sobre su historia de vida: ‘Pablo Escobar, mi padre. Las historias que no deberíamos saber’.
 
“La historia que cuento sobre los días finales de mi padre es muy distinta a la historia oficial. En Estados Unidos dicen que lo abatieron…pero mi padre decidió quitarse la vida durante un enfrentamiento con un capo mafioso” del narcotráfico. “Escribo este libro para que a mi hijo, en un futuro, nadie le cuente que pasó con su abuelo”, agregó.
 
En los estudios de Radio Continental, Sebastián recordó que “dos ministros fueron asesinados por orden de mi padre. Él nunca me hizo creer que era un médico difamado por la prensa sino que aceptaba su condición de bandido”.
 
“Mi padre diferenciaba mucho lo que era su trabajo y su familia. Todavía hoy se vive en Colombia en un ambiente muy machista: le decía a mi madre que se ocupara de la casa”, detalló.
 
“Llegó a ser concejal electo e integrante de cámara. Con el dinero del narcotráfico, construía canchas para que los chicos no cayeran en las drogas”, enfatizó.
 
“Mi padre le da 5 millones de dólares al General Noriega para que le permitiera el tráfico narco en Panamá”, remarcó.
 
“Descubro con el tiempo una traición enorme de la fortuna”, enfatizó. “Estaba tomada la decisión de matarme; le pedían dinero a mi madre para financiar los gastos de guerra con otros cárteles”, afirmó.
 
“Pablo Escobar no debe ser un modelo a seguir por nadie”, aclaró.