Fue concebido literalmente en un escenario, pero no vamos a entrar en detalles porque él mismo contó la historia en varios programas de televisión. A los 11 años, época donde se podía tomar el colectivo y regresar de noche porque no había los peligros que hoy tendría un chico de esa edad, estudiaba teatro y al mismo tiempo hacía algunas changas para comprarse libros, ir al cine o comprarse las zapatillas que le gustaban. En su casa no sobraba el dinero y había que salir a ganarse el mango. De los 13 a los 19 años fue boletero y acomodador del teatro “Andamio 90”, de Alejandra Boero, donde también se formó como actor. Básicamente se curtió en el teatro independiente, donde aprendió a armar escenografías, curioseó con la iluminación, fue asistente…