Fue la protagonista de la primera versión de “Drácula” en los 90, cuando interpretó a una increíble Mina Murray que brillaba junto al famoso Conde, representado por Juan Rodó. “Fue un sueño hacerlo en el Luna Park, me estallaba el corazón de felicidad”, grafica de manera apasionada, sin exagerar ni un poquito. Aquella creación de Pepe Cibrián y Ángel Mahler, en tiempos en los que nacía el fenómeno de los musicales en la Argentina, fue el impulso para una artista extraordinaria que ha transitado distintos géneros, revista, espectáculos de tango y que todavía tiene ganas de ir por más.