Seguramente si todo estuviese bien, estaríamos viendo bajar al presidente Alberto Fernández de un avión junto a la primera dama, en México D.F., para tomar mañana la presidencia de la CELAC por la que tanto trabajó y que implicaría el primer éxito en materia de política exterior de su gobierno.

Pero el conflicto desatado con la vicepresidenta Cristina Kirchner complicó las cosas, Fernández decidió no viajar, no quiere dejar el Ejecutivo en este momento, en manos de su mas acérrima rival.

Después de tanto trabajo, el presidente no podrá estar personalmente para asumir la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Si el presidente no viaja, lo hará Felipe Sola en su representación, pero resulta todo un síntoma que el presidente no quiera abandonar el país, para no dejar el gobierno en manos de Cristina.

Recuerda los peores momentos de cuando justamente la actual vicepresidenta era presidenta y Julio Cobos era su vice, después del voto "no positivo".