En los últimos días se ha observado un incremento del 20% en el precio del kilo de pan, en un contexto de aumento de costos, elevada inflación y disminución en el consumo. 

Desde los centros de panaderos fundamentan los últimos aumentos en los tarifazos de los servicios públicos: el gas aumentó mil por ciento para estos comercios, la energía eléctrica en torno a un seiscientos por ciento, y las materias primas decuplicaron en algunos casos sus precios desde diciembre. Además, el sector ha tenido que afrontar paritarias. 

En este escenario, diversos centros de panaderos en la provincia de Buenos Aires han anunciado que el precio sugerido del kilo de pan francés pasará de $1.800 a $2.200 en los barrios, un incremento del 22%, y alcanzará los $2.400 en zonas céntricas. Ante una caída del 45% en las ventas en comparación con el año anterior, los comerciantes del sector reconocen que trasladar este aumento de costos es drástico, pero necesario para evitar más cierres de panaderías y pérdida de fuentes de empleo. 

La eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino ha sido señalada como una de las razones que explican el insólito salto en los costos de los panaderos. Según un estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, de cada peso que el consumidor paga por un kilo de pan francés, el trigo representa el 10%, el molino el 4%, la panadería el 59% y los impuestos el 27%. Asimismo, cada 8 bollitos de pan, 2 se destinan a impuestos, consigna FADA.