A un mes de la catástrofe ferroviaria de Once, que causó 51 muertos y 704 heridos, los sobrevivientes deben soportar las consecuencias del shock postraumático.

Tal es el caso de Ricardo Coultas, pasajero del primer vagón de la formación siniestrada, quien, por Continental, reseñó que debe “recibir medicación para apaciguar el recuerdo y poder conciliar el sueño”.

En Magdalena Tempranísimo, se mostró escéptico sobre el resultado de la investigación judicial, ya que, “sabiendo de las pésimas condiciones de los ferrocarriles, nunca hicieron nada. Parece que tiene que pasar una tragedia para que hagan algo”, se quejó.