Con escándalo, el kirchnerismo designó a los auditores que deberán controlar al próximo gobierno
En medio de gritos, diputados de la oposición se fueron de la Cámara al no contar con los votos suficientes para impedir la designación de Julián Álvarez y Juan Ignacio Forlón.
RENUNCIA Y ASEGURAR UN CARGO
Juan Ignacio Forlón, un amigo de Máximo Kirchner desde su adolescencia en Río Gallegos, renunció a la presidencia del Banco Nación para poder ser designado como miembro de la Auditoría General de la Nación. Lo mismo hizo el actual secretario de Justicia, Julián Alvarez, derrotado como candidato a intendente de Lanús en la última elección.
El kirchnerismo lo propuso esta tarde en la Cámara de Diputados para el puesto de Auditor. La jefa del bloque del Frente Para la Victoria, Juliana Di Tullio, pidió incluso que jure hoy mismo como Auditor en la AGN, un organismo dependiente del Congreso que tiene la misión de controlar el funcionamiento del Poder Ejecutivo y de organismos del Estado Nacional.
El kirchnerismo busca ocupar cargos en la AGN antes del recambio legislativo de diciembre, para que permanezcan en sus puestos durante el próximo Gobierno. La oposición denunció que eso le corresponde a los legisladores que ingresen al Congreso el 10 de diciembre, y no a la legislatura saliente.
Forlón llegó al Nación en 2012 gracias a sus vínculos con el hijo mayor de la Presidenta de la Nación.
“Esto fue un tratamiento por la ventana”, explicó la diputada del PRO Laura Alonso, presente en el recinto en el momento de la escandalosa designación.
“Otra vez se viola el reglamento de la Cámara de Diputados para imponer la designación de dos representantes de La Cámpora como Auditores Generales de La Nación”, subrayó en Continental.
Alonso agregó: “Esto no estaba en el orden (de agenda) del día, no fue acordado por los presidentes de los bloques, no se votó como debe hacerse el tratamiento…”.