El padre Francisco Nazar, trabaja en la localidad Pozo del Tigre, cerca de la comunidad Toba que fue reprimida.

Destacó que los indígenas fueron reprimidos con gran brutalidad, y saña espantosa. "Las dos muertes se podrían haber evitado", sostuvo.

Advirtió que se reprime a un colectivo cultural y por eso hay gran indignación.

Confirmó que fue amenazado y acusó al gobernador Gildo Insfran y a su ministro de gobierno por la represión a la comunidad Toba.

Nazar remarcó que "hay un juego de intereses que involucra a terratenientes que busca sumar mas propiedades en formosa".

Por Continental destacó que "los 50 mil indigenas recuperaron 300 mil hectareas y ahora quieren quedarse con sus tierras".

"La comunidad toba estaba desconcertada", concluyó.