Cura lefrebvrista: "No podemos aceptar que haya otro culto en nuestra Iglesia"
El Superior de América del Sur de la Hermandad Sacerdotal San Pío X justificó el accionar de extremistas que intentaron interrumpir una ceremonia interreligiosa en la Catedral.
Christian Bouchacourt, un cura vinculado a los lefebvristas que intentaron interrumpir una ceremonia interreligiosa en conmemoración de las víctimas de la Noche de los Cristales Rotos en la Alemania Nazi, justificó por Continental la actitud de los jóvenes al comentar que entiende "perfectamente la reacción".
El Superior General del Distrito América del Sur de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, Christian Bouchacourt reconoció su vínculo y justificó el accionar del grupo fundamentalista. "Estas ceremonias nos duelen a nosotros. No fue un deseo de hacer una rebelión, sino de manifestar nuestro amor a la Iglesia católica, que son hechas para el culto católico. Siempre se condenó la celebración de otro culto, no se celebra una misa en una sinagoga ni en una mezquita, los musulmanes no lo aceptan; de la misma forma, nosotros, que somos católicos, no podemos aceptar que haya otro culto en nuestra iglesia", afirmó en La Mañana.
En este sentido, apuntó que "los papas siempre condenaron eso, que es una violación de una iglesia. Nosotros no estamos de acuerdo (con la ceremonia de anoche), la Iglesia en su código de derecho canónico dice que no se puede rezar con los que no son católicos". De esta forma, contradijo a Francisco.
Finalmente, aclaró que no le molesta la presencia de judíos en la iglesia pero si la celebración de otro culto. "Si un judío quiere entrar y respeta el lugar, no hay problema; puede rezar de forma privada, si quiere. La Iglesia recibe a cualquier persona, pero el culto no nos pertenece: es de Dios".
"Cada persona puede asistir a una misa, pero debe respetar el culto católico. No es un rechazo para nadie, pero la realidad es que un rabino no va a aceptar una misa en una sinagoga. Si se lee la Biblia, queda claro que Dios siempre se enojó con las personas que no respetaron la liturgia que él había decidido", concluyó Bouchacourt.