La forma de captación de las quince argentinas, según indicó la fiscalía, fue la falsa propuesta de trabajo en hoteles de lujo situados en Playa del Carmen. En varios de los casos, eran mujeres que habían llegado hasta las hermosas playas como turistas a las que luego seducían con la posibilidad de radicarse en la zona a través de un trabajo en un bar que luego mutaba a explotación sexual y laboral.