“Para continuar en esta estúpida senda, debo cantar que muy cansado estoy”, decía un joven Ricardo Iorio en “Luchando por el metal”, del año 1983, en un marco social de extrema violencia y crisis económica, mientras transcurría el último año de la Dictadura militar y asomaba el regreso a una democracia que está cumpliendo cuarenta años ininterrumpidos.