El riesgo país en Argentina ha descendido por debajo de los 1000 puntos, situándose en 995 puntos, lo que representa el nivel más bajo registrado en más de cinco años. Este descenso se produce en un contexto de acercamiento entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como tras la gestión que permitió a Argentina evitar sanciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por sus actividades contra el lavado de dinero.

El último índice más bajo se registró el 11 de agosto de 2019, cuando el riesgo país alcanzó los 872 puntos, justo un día antes de las elecciones primarias de ese año, en las que la administración de Mauricio Macri fue superada por la de Alberto Fernández.

En el transcurso del mes de octubre, a pesar de ciertos vaivenes en los días recientes, el indicador elaborado por JP Morgan ha experimentado una disminución de 295 puntos. Este desempeño ha sido destacado por el Gobierno de Javier Milei, quien lo interpreta como un reflejo de la ‘solvencia fiscal’ y del compromiso con el 'déficit cero'.

El riesgo país mide el costo de financiamiento para Argentina en caso de que el Gobierno decida emitir deuda en el exterior. Su cálculo se basa en la tasa de interés de los Estados Unidos, que fue reducida por la Reserva Federal en septiembre, y se le añade un margen calculado en función de las tasas vigentes para los bonos locales.

La reciente caída del riesgo país ha corregido un rebote que se había observado entre finales de la semana pasada y principios de esta. Durante octubre, los bonos argentinos han mostrado un incremento de entre 10% y 15% en su valor.

Según la consultora Outlier, el aumento en los precios de los títulos públicos, que ha contribuido a la disminución del riesgo país, se debe principalmente a las recientes declaraciones oficiales sobre la negociación de un préstamo con bancos (repo) y a los anuncios de financiamiento por un monto total de 8800 millones de dólares a través de entidades bilaterales.