Tras días de intensa búsqueda, Aimé Castillo, de 23 años, fue encontrada muerta en un campo. Las investigaciones iniciales indican que pudo haberse quitado la vida. 

La joven desapareció tras el suicidio de su novio, ocurrido en Año Nuevo, y había estado internada en un hospital. Después de recibir el alta, fue a despedirse de él y luego se dirigió a casa de su madre en Brandsen. Sin embargo, desapareció sin dejar rastro la mañana siguiente.