En un final escandaloso, y a partir de un llamado de Jorge Baliño (encargado del VAR) al árbitro Pablo Echavarría, a San Lorenzo le impidieron ganarle el clásico a Boca por la fecha 12 de la Copa de la Liga. El partido estaba 1-1, por los goles que habían convertido Miguel Merentiel y Adam Bareiro en el segundo tiempo, cuando llegó el tiro libre de Augusto Batalla que cabeceó Federico Girotti. Esa jugada terminó con una definición lujosa de Nahuel Barrios que hubiera significado el 2 a 1.