Furia en Colombia contra Rappi: compraron vacunas para darle al repartidor que mas pedalee
La aplicación colombiana de entrega de pedidos Rappi adquirió vacunas para distribuir entre sus repartidores, pero le dará al que mas entregas realice.
Las plataformas de entrega de pedidos a domicilio suelen estar en el ojo de la tormenta por las condiciones laborales de sus trabajadores y su papel en la precarización de las economías latinoamericanas. La pandemia de COVID-19 no mejoró las cosas y ahora Rappi, la empresa colombiana de delivery, es el blanco de las críticas por administrar vacunas primero a los empleados que más trabajen.
Colombia es uno de los países que habilitó la compra de vacunas por parte de privados. De acuerdo al plan 'Empresas por la vacunación' presentado por el Gobierno de Iván Duque, las empresas que lo deseen pueden comprar, con la mediación del Estado colombiano, dosis para distribuir entre sus empleados.
Rappi, la empresa colombiana de entrega de pedidos a domicilio, fue una de las casi 6.000 empresas colombianas que iniciaron el trámite ante el Gobierno colombiano para asegurarse dosis de la vacuna contra el Covid producida por el laboratorio chino Sinovac.
La empresa asiática envió entre el 26 y el 28 de junio dos cargamentos totalizando 1,5 millones de dosis para distribuir en el sector privado colombiano.
Del total de dosis recibidas para las empresas, unas 4.000 corresponden a Rappi, según confirmó la empresa de repartos. El lote permitirá inmunizar a 2.000 rappitenderos —término con el que la firma nombra a los trabajadores al servicio de la plataforma— en las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
Pero la polémica surgió cuando la empresa colombiana intentó explicar el criterio que utilizaría para distribuir las dosis entre los repartidores. En una entrevista con Blu Radio, el director de Asuntos Públicos de la empresa, Juan Sebastián Rozo, adelantó que la empresa dará las vacunas según las horas de trabajo de los rappitenderos.
"Están siendo priorizados los repartidores que más presten el servicio. Van a ser priorizados los que más órdenes hagan, quiénes más estén conectados. Nuestro objetivo es darles herramientas de protección a los repartidores que más prestan el servicio", explicó.
El jerarca también aclaró que las dosis adquiridas no abarcarán a todos los repartidores de la plataforma. Mientras hay unos 40.000 rappitenderos registrados, solo fueron adquiridas dosis para 2.000 de ellos.
El anuncio de la empresa no fue bien recibido por los internautas, que no tardaron en calificar la política de vacunación de la firma como discriminatoria o cruel, al incentivar a los empleados a trabajar más si quieren ser inmunizados.
Los usuarios más críticos con la aplicación señalaron que la medida no busca otra cosa que fomentar la "subordinación" de los trabajadores a la empresa. Los cuestionamientos no se quedaron en meras opiniones.
Desde Twitter consignaron que la estrategia de la empresa entra en conflicto con las disposiciones del Ministerio de Salud de Colombia, que impide dejar fuera de la vacunación contra el COVID-19 a personas con las que mantengan vínculos laborales. Alejandra Dinegro, socióloga e investigadora laboral peruana, consideró que lo sucedido con Rappi es "un claro ejemplo de por qué es una pésima idea que la vacunación esté en manos de privados".