El momento más fuerte del año agrario para el país coincide este año con un bajón en los precios internacionales de la oleaginosa, que, tras perder más de 35 dólares por tonelada, arranca la semana en 500 dólares por tonelada, el nivel más bajo en 10 meses y 6 por ciento por debajo del valor de equilibrio con que el Gobierno ponderó a la soja en el Presupuesto 2013, aunque todavía en los niveles altísimos del último lustro.

La baja en los precios está motivada en una cosecha sudamericana que será record. En tanto, la cosecha local será de entre 48 y 53 millones de toneladas, según distintas estimaciones. Según los vaticinios más pesimistas, esto implica al menos veinticuatro mil millones de dólares, unos mil seiscientos millones menos que lo presupuestado, destacó por Continental Néstor Roulet, ex presidente de Cartez.

En Magdalena Tempranísimo, consignó que un tercio de ese total a exportar en los próximos cinco meses se concentra en abril, por lo que ingresarán entre tres mil seiscientos millones (a la cotización actual) y cuatro mil millones. Para Roulet, la Argentina sumará importaciones en 2013 por unos ochenta y dos mil millones de dólares, de los cuales estimó que la energía demandará catorce mil millones.

“El Gobierno va a tener enormes problemas en la balanza comercial, y va a necesitar ingreso de dólares por mayores exportaciones de otros sectores, algo improbable por la pérdida de competitividad”, se esperanzó Roulet, quien desestimó que el productor esté reteniendo soja para especular con una futura devaluación.

“El productor vende la soja cuando necesita el dinero. Su comportamiento fue muy similar en las últimas campañas”, enfatizó en ese sentido.