En el mes de agosto, el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPC BA) experimentó un incremento del 4,2%, a pesar de la disminución estacional en ciertos precios. Este aumento lleva el acumulado en los primeros ocho meses del año a un 106,8%. La variación interanual se sitúa en un 243,1%, según la información proporcionada por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.

Comparando con julio, donde el IPCBA fue del 5,1%, se debe señalar que la cifra de agosto es ligeramente inferior, y es necesario retroceder hasta febrero de 2022 para encontrar un porcentaje similar, que fue del 4,1%.

Desglosando el aumento acumulado del 106,8% en los primeros ocho meses del año, se observa que los precios de los bienes aumentaron un 83,9%, mientras que los precios de los servicios registraron un incremento del 126,3%. Este comportamiento se atribuye a los aumentos significativos en los servicios regulados, que tienen un impacto más pronunciado en la Ciudad de Buenos Aires debido al rezago que presentan en comparación con el resto del país. Esta situación se refleja en las estadísticas del INDEC, donde la Región Metropolitana, que comprende la Capital y los partidos del conurbano, presenta la mayor tasa de inflación en relación con otras regiones.

En agosto, los precios de los productos regulados aumentaron un 7% en CABA, acumulando un alza del 189% en lo que va del año y un incremento interanual del 318,5%. Estos productos son de consumo frecuente por parte de la clase media asalariada y profesional. Entre los aumentos más destacados de agosto se encuentran las cuotas de la medicina prepaga, el costo del boleto de colectivo urbano y la tarifa del viaje en taxi, así como las subas en las cuotas de los establecimientos educativos de los niveles inicial, primario y secundario, y en los precios de los combustibles para vehículos y en las tarifas residenciales de servicios como agua, electricidad y gas de red.

Por otro lado, los precios de los productos estacionales experimentaron una disminución del 3%, atribuida a la baja en los costos del alojamiento en hoteles, paquetes vacacionales y verduras.

El informe del Instituto porteño detalla los aumentos en las diferentes categorías: el transporte aumentó un 9%, impulsado por el ajuste en el valor del boleto de colectivo urbano, seguido por incrementos en la tarifa del viaje en taxi y en los precios de combustibles y lubricantes para vehículos. En la categoría de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, se registró un aumento promedio de 4,4%, principalmente debido a los incrementos en los gastos comunes por vivienda y en los alquileres, así como ajustes en las tarifas residenciales de agua y electricidad.

En el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, se observó un aumento del 3,1%, impulsado principalmente por las subas en carnes y derivados (5,3%), pan y cereales (4,1%) y leche, productos lácteos y huevos (3,7%), aunque las verduras y legumbres tuvieron un retroceso del 1,6%. En el ámbito de la salud, se registró un aumento del 5,4% debido a los incrementos en las cuotas de medicina prepaga y en los precios de medicamentos, acumulando en los primeros ocho meses del año un aumento del 163,8% para las prepagas.

Los sectores de turismo y servicios de alojamiento mostraron caídas significativas, con descensos del 14,2% y 13,9%, respectivamente, contribuyendo a la disminución de los precios estacionales.

Desde enero hasta agosto, los mayores incrementos en precios se registraron en las siguientes categorías: transporte de pasajeros por ferrocarril (696,8%), gas (467,5%), electricidad (309,1%), suministro de agua (265,9%), transporte de pasajeros por carretera (246,3%) y servicios financieros (218,5%). También se observaron incrementos en seguros (194,0%), seguros médicos (prepagas) (163,8%) y verduras, tubérculos y legumbres (153,0%).