De acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado el miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la inflación correspondiente al mes de julio se situó en 4%. Este valor representa una disminución respecto al 4,6% registrado en el mes de junio. En términos acumulativos, el IPC ha mostrado una variación del 87% en los primeros siete meses del año. En comparación interanual, se observa un incremento del 263,4% en los precios al consumidor.

El dato de inflación de julio interrumpe una tendencia a la baja que se había observado durante cinco meses consecutivos, donde el IPC alcanzó el primer valor de un solo dígito en abril, con un 8,8%, desde octubre del año anterior. En este contexto, se destaca que el 4,2% informado por el INDEC para mayo fue el registro más bajo desde enero de 2022.

Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, se anticipaba que la inflación de julio se ubicara en 3,9%, y que la de agosto llegaría a 3,8%. Cabe mencionar que la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue del 5,1%, cifra que supera el 4,8% de junio, aunque la metodología de medición utilizada en esta jurisdicción difiere de la empleada por el INDEC.

Recientemente, el INDEC también ha proporcionado datos sobre la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que permite estimar el índice de pobreza. Según este informe, se observó que el 54,8% de la población era considerada pobre en el primer trimestre de 2024. Al proyectar estos datos, que se centran en áreas urbanas, al total de la población argentina, se estima que hay aproximadamente 25,5 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales más de 9 millones se encuentran en estado de indigencia.

El INDEC ha informado que, para julio, una familia tipo compuesta por cuatro miembros necesitó un ingreso de $900.647,65 para no ser clasificada como pobre. Este dato sobre la Canasta Básica se dio a conocer de manera simultánea con el índice de inflación correspondiente al séptimo mes del año.

Asimismo, se indicó que una familia requería $405.697 para no caer en la indigencia, según el mismo informe. En este sentido, la canasta básica total, que se utiliza como indicador para medir la pobreza, experimentó un aumento del 3,1% en comparación con el mes anterior, acumulando una variación interanual del 261,8%. Por su parte, la canasta básica alimentaria también mostró un incremento del 3,1% respecto a junio, con una variación interanual del 263,4%.

El informe anterior sobre la Canasta Básica Total había establecido que, en junio, una familia necesitaba $873.169 para no ser considerada pobre, en comparación con los $851.351 requeridos en mayo. En cuanto a la Canasta Básica Alimentaria, se estimó que se necesitaban $393.319 para no ser clasificado como indigente durante el sexto mes del año.