A partir del 1 de junio se producirá un aumento promedio del 3,5% en los precios de la nafta y el gasoil en todo el país. Esta suba responde al incremento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al impacto de la devaluación en la economía. Se estima que en julio, el traslado de estos componentes impositivos a los surtidores podría alcanzar hasta un 18%, de acuerdo al último sendero oficial de suba establecido.