La Presidenta cuestionó a Prat Gay, a Redrado y destacó inversiones
Cristina Fernández encabezó el acto de inauguración de una fábrica de electrodomésticos de la firma Mabe. De Prat Gay aseguró que le quiso imponer dos funcionarios. También renovó las críticas contra las bancos por no invertir.
Cristina Fernández de Kirchner fue la principal oradora de la inauguración de una nueva línea de producción de la fábrica Mabe en Haedo, tradicionalmente abocada a cocinas, y que ahora también elaborará 300 mil lavarropas anuales.
“Para que tengan, archiven y laven toda la ropa”, empezó Cristina, y agregó: “La ropa sucia se lava en casa”. Así comenzó su discurso la primera mandataria, haciendo referencia a los que se quejaban que no había lavarropas por las trabas a las importaciones.
Estuvieron presentes el Vicepresidente Amado Boudou, y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, con quien la Jefa de Estado ha tenido varias diferencias en las últimas semanas.
En varios pasajes de su alocución criticó con dureza a los medios de comunicación críticos, llamándolos “la cadena nacional del miedo y del desanimo no va a trasmitir esto”
“Cuando dan las noticias cada media hora, nunca una buena, todas pálidas; son todos títulos de catástrofe y horror”, juzgó Cristina, muy dura con los diarios, y programas de TV que según ella, no ven nada de los bueno que se está haciendo para y por el país.
“Todos esos pibes existen y tienen trabajo aunque los quieran ignorar”, remató la Presidenta.
También le dedicó unas líneas a los economistas y consultoras que preveían un futuro de crisis para el país.
“Deberían volver al colegio o a la universidad para saber que la economía no es una ciencia exacta, sino que se construye todos los días”, dijo Cristina.
En otro pasaje de su ponencia, enumeró los países que invierten aquí para desacreditar las críticas de que capitales extranjeros se van del país por la incertidumbre reinante.
También habló de las políticas de ajuste de Europa, e hizo referencia a las protestas mineras en España, calificando de irracionales las medidas que se están tomando en el viejo continente.