Los jueces dicen que su partido es la Constitución
En un duro comunicado, la Asociación de Magistrados rechazó la acusación presidencial y la calificó como un intento de presión.
“El único partido al que pertenecen los miembros del Poder Judicial de la Nación y de los Ministerios Públicos es el de la Constitución”, replicaron a través de un comunicado difundido ayer la Asociación de Magistrados, rechazando de esta manera, las acusaciones de la Presidenta.
En ese sentido el comunicado ratificó su rol de “Poder del Estado”, calificó las “reiteradas y metódicas amenazas” como un “intento de presión y condicionamiento” y negaron ser “destituyentes” o “golpistas”.
De esta manera, el documento al que titularon “Reafirmamos nuestro rol institucional”, los jueces respondieron a la acusación que la presidenta les lanzó el fin de semana en el análisis sobre la marcha del silencio en homenaje a Nisman que publicó en su sitio web cfkargentina.com: “Allí esta el verdadero hecho político e institucional de la marcha del 18F. La aparición pública y ya inocultable del Partido Judicial”.
Con una enunciación cuidada pero directa, la Asociación de Magistrados empieza su texto aclarando que “el Judicial no es un partido, sino un Poder del Estado. Independiente de los otros, como los tres deben serlo entre sí. Cada uno con sus objetivos y su órbita de actuación. Con los leves márgenes de superposición destinados al recíproco y constitucional control. Fuera de ese marco de control cualquier otra intromisión resulta inadmisible.”
En otro de sus párrafos, el comunicado vuelve a reclamar respeto por la independencia del Poder Judicial, tal como lo hizo el titular de la Asociación, Ricardo Recondo, cuando asumió ese cargo en noviembre pasado, y como suele repiquetear el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. “Quien tenga una denuncia que formular por el desempeño de un magistrado o funcionario, debe realizarla si existe una violación a la férrea regla del art. 110 de la Constitución Nacional. De no ser así, la reiterada y metódica amenaza –expresa o velada– resulta impropia de un sistema republicano, y sólo entendible como un vulgar –no por eso menos peligroso– intento de presión y condicionamiento. Y en modo alguno resulta admisible la acusación o amenaza fundada en la mera discrepancia con el contenido de las resoluciones judiciales”, advierten los jueces.
“Los miles de magistrados, funcionarios y empleados que integran el Poder Judicial y los Ministerios Públicos participan de las más diversas ideologías, y se encuentran separados por las más variadas diferencias. Mal material para constituir un ‘Partido’. No son destituyentes (tal el neologismo acuñado hace unos años) ni golpistas (arcaísmo que había sido remplazado por aquel neologismo) los que opinan distinto o señalan errores”, indica el texto.