Los senadores de la República Argentina han recibido la noticia de un aumento en sus dietas a partir del mes de junio. Este incremento, del 9,14% (2% retroactivo a abril y 7% de mayo), llevará a que los 72 miembros de la Cámara alta perciban un monto de 8 millones de pesos brutos y más de 5 millones de pesos netos en mano. 

Este ajuste, que ha generado controversia en la opinión pública, se basa en un mecanismo que vincula los ingresos de los senadores a la paritaria de los empleados del Congreso Nacional, a diferencia de lo que ocurre con los diputados. 

En una votación realizada a mediados de abril, los senadores nacionales decidieron aumentar sus dietas desde $1,9 millones a $7,2 millones brutos a partir del 1 de mayo. La medida ha sido objeto de críticas, tanto desde la oposición como desde sectores internos del oficialismo. Incluso el presidente, Javier Milei, ha expresado su desaprobación a través de redes sociales, calificando la situación como un ejemplo de los privilegios de la clase política. 

Por su parte, la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, ha defendido la decisión argumentando que se trata de un proceso democrático en el que todos los bloques estuvieron de acuerdo. Es importante destacar que, según Villarruel, el aumento de dieta no contó con el respaldo unánime de todos los bloques y que la votación no se realizó de manera nominal, ya que ningún senador solicitó expresamente dicho procedimiento.