Entre las “revelaciones” diplomáticas de Wikileaks hay declaraciones de la embajadora estadounidense definiendo a Mauricio Macri como “brusco” en sus modales y “con una visión de mundo maniquea”.

Por Continental, el jefe de Gobierno dijo no recordar haber sido brusco con Vilma Martínez. “La verdad que no recuerdo. Me manda brownies todos los años para mi cumpleaños. No creo que valga la pena darle mayor importancia. El dolor de cabeza lo tiene el gobierno norteamericano sobre temas de mayor importancia que declaraciones de funcionarios de segundo o tercer nivel”.

Sobre el detalle de que el ingeniero “cortó abruptamente una reunión a los veinte minutos” con la diplomática, matizó que “por ahí tuve un mal día, no merecen mayor comentario”.

En Magdalena Tempranísimo, se negó a responder las acusaciones por los ciento diez días que pasó fuera del Gobierno porteño. “Trescientos sesenta y cinco días no estoy. No voy a responderle a lo que digan Aníbal Fernández o Gabriela Cerruti”.

Sobre el conflicto con los recolectores de residuos, comentó que “están trabajando a reglamento por un pago único a fin de año y castigan a los vecinos.
A todos les cuesta llegar a fin de año con la inflación”, apuntó, pero no hizo mención del otro punto de la protesta: el alargamiento de los recorridos (que ya antes de esta prolongación los recolectores tenían que hacer al trote por su longitud).

Finalmente, Macri ratificó su decisión de presentarse como candidato a presidente.

“Seguimos pensando lo mismo. El kirchnerismo es un ciclo terminado. La inflación le pega peor a la gente, la inseguridad es un reclamo a gritos. Ha habido un gobierno que disfrutó de un crecimiento económico mundial y los niveles de pobreza son iguales o peores que antes”, afirmó.