En el paraje rionegrino Mallín Ahogado, ubicado en las cercanías de El Bolsón, más de cien vecinos debieron evacuar sus hogares el jueves por la noche debido a un incendio de interfase que comenzó en la tarde del mismo día. 

Este fuego se inició en la confluencia de los ríos Azul y Blanco, un área que se encuentra próxima a varios senderos de montaña. En un corto período, el incendio consumió más de 1600 hectáreas de vegetación y causó la destrucción de diversas estructuras, incluyendo una escuela y una sala de salud. 

El incendio se desató alrededor de las 16 horas y se propagó rápidamente hacia la población cercana, impulsado por fuertes ráfagas de viento que facilitaron su avance. Ante la inminente amenaza, los residentes se vieron obligados a evacuar sus hogares. Los desplazados fueron trasladados a un gimnasio polideportivo local, donde se estableció un albergue temporal.

El área donde comenzó el fuego es un sendero troncal que da acceso a varios refugios de montaña, lo que llevó a que un grupo de aproximadamente 50 turistas pasara la noche en la parte alta de la montaña, ya que el camino de regreso estaba cerrado por el incendio. Por precaución y debido a la presencia de humo y a la cercanía del fuego con la ruta, las autoridades decidieron cortar el tránsito en la ruta 40, que conecta El Bolsón con Bariloche. No obstante, la circulación de vehículos se reanudó al día siguiente. También se comenzó la evacuación de los visitantes por vías terrestres alternativas. 

El incendio se encuentra a aproximadamente 1000 metros de una planta de gas, la cual ha sido resguardada con equipos de lucha contra el fuego desde la noche del jueves. Hasta el momento, las causas del incendio son inciertas. Se han reportado al menos cuatro focos de incendio en la misma área, lo que ha generado especulaciones sobre la posible intencionalidad del siniestro, aunque no se han presentado denuncias formales al respecto. 

El clima se presenta como un factor adverso en el combate del fuego. Las altas temperaturas que se han registrado en las semanas previas, junto con ráfagas de viento que superan los 50 kilómetros por hora, han contribuido a la rápida expansión del incendio.