Moyano: “Si Cristina me lo pide, doy un paso al costado”
El secretario general de la CGT aseveró que sigue esperando una respuesta de la presidenta "con insistencia y con bronca" y que "le molesta mucho su soberbia". Además, cuestionó que "prefiera apoyarse en movimientos sociales".
El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, que aspira a su reelección, aseguró que, “si Cristina” se lo pide, dará “un paso al costado” en la conducción de la central obrera peronista.
El líder camionero aseveró que sigue esperando una respuesta de la presidenta “con insistencia y con bronca” y que “le molesta mucho su soberbia”.
Además, cuestionó que el Gobierno “prefiera apoyarse en movimientos sociales antes que en la central obrera”.
"(La Presidenta) está cometiendo un error: no puede ignorar al movimiento obrero, es un error garrafal. El pueblo la eligió para que gobierne pero eso no significa que vamos a dejar de reclamar con toda firmeza lo que corresponde a los trabajadores", enfatizó Moyano, en una directa alusión al acto de Vélez, donde la jefa del Estado se mostró rodeada de dirigentes del Movimiento Evita y de la agrupación La Campora, entre otros. El también líder del sindicato Camioneros, al analizar el acto del viernes (al que no fue invitado), advirtió que, si "el movimiento obrero organizado quiere ser sustituido, no creo que le vaya a hacer bien al Gobierno".
"A lo mejor, para el Gobierno, otros sectores sociales pasan a ser el eje (político) y están sustituyendo al movimiento obrero organizado", sugirió Moyano. Moyano viene manteniendo un enfrentamiento con el Gobierno, que ve con buenos ojos que el secretario general de la UOM, Antonio Caló, u otro dirigente afín lo desplace de la conducción cegestista en las elecciones internas de julio próximo. Ante esta situación, el dirigente camionero redobló la apuesta y dijo que peleará por su reelección, pese a los rumores que hablan de su aislamiento en el seno de la central sindical.
En este contexto, las declaraciones de Moyano parecen un tácito reconocimiento de que, sin la aquiescencia del Gobierno nacional, le será difícil sostenerse en el pináculo directivo de la CGT.