En el marco del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, el médico cirujano Colin Campbell Irigoyen, vecino del country donde residía el astro del fútbol y el primer médico en llegar a la escena, constató que Maradona ya no presentaba signos vitales. Describió el cuerpo de Maradona como "postrado hace mucho tiempo", con una temperatura más baja de lo normal y sin tonicidad muscular. "Ya no tenía signos vitales hace un tiempo largo".

El médico describió la casa como "muy sucia, desordenada, especialmente el cuarto". Señaló la falta de "limpieza básica" para una persona recién operada. Indico que no había elementos de primeros auxilios como desfibrilador u oxígeno.

Campbell Irigoyen intentó realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) junto a la enfermera y personal de seguridad presentes. "Me encontré con una rigidez mandibular", explicó. Ante la pregunta de cuánto tiempo consideraba "un largo tiempo" sin signos vitales, el médico estimó "entre una o dos horas".

Su declaración se suma a las de otros testigos, como policías y personal de seguridad, que describieron una escena similar.