Raquel "Kelly" Candia, de 45 años, no presentaba lesiones anteriores a su caída desde un séptimo piso en un edificio en Ramos Mejía, La Matanza. Así lo confirmó el informe preliminar de la autopsia, solicitado por Adrián Arribas, fiscal de Homicidios de La Matanza. 

El estudio reveló que "no había lesiones previas a la caída" y que Candia tampoco presentaba "signos de defensa de una eventual agresión". Las lesiones que sufrió fueron provocadas por la caída, lo que favorece la situación de Cáceres, quien aún no ha sido imputado. 

Sin embargo, la familia de Candia afirma la existencia de "violencia de género" y considera que se trata de un "femicidio", señalando que era una relación agresiva por parte de él. Cáceres está en silla de ruedas desde hace muchos años por un balazo recibido en su cabeza en un intento de asalto.

En el momento del incidente, en el inmueble donde residían, se encontraban únicamente Candia y Cáceres. Adela, madre de Raquel, contó que su hija tenía tres hijos.