La decisión de la ministra Nilda Garré de desarmar a la Policía Federal durante las protestas genera opiniones encontradas.

El jefe de la fuerza Metropolitana, Eugenio Burzaco, opinó que esta medida les impedirá “poder defenderse” a los efectivos.

“No deben llevar armas de fuego, pero sí (otro tipo de) armas porque el policía debe poder defenderse. Uno también tiene que proteger al personal”, aseguró el funcionario porteño.

Por su parte, el ex ministro de Justicia nacional, durante el gobierno de Carlos Menem, dijo que comparte el criterio de Garré “porque es la manera de evitar consecuencias mayores; esto no significa que haya que prescindir de la fuerza, sino de la fuerza armada”.

“En muchos países del mundo, incluso Inglaterra, la policía suele ir sin armas y lleva a cabo operativos en esas condiciones. Cuando se siente amenazada, convoca a otro cuerpo especializado”, resaltó el integrante del tribunal que juzgó a las Juntas Militares.

“Creo que de esta manera se evitan consecuencias mayores, muertes, heridos graves y se preserva mejor la fuerza policial y se puede cumplir acabadamente el objetivo”, agregó.

“Cuando uno actúa frente a personas que manifiestan, protestan o reivindican no se actúa frente a delincuentes”, dijo en Magdalena Tempranísimo.

Arlslanián, además, recordó su gestión al frente del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires, durante la gestión de Felipe Solá como gobernador (1991-1993). “Abogábamos por un gobierno democrático de la seguridad: una conducción civil con todo lo relacionado con el tema”, sostuvo.

“Es necesario trazar una política criminal: cómo uso los recursos, que cosas perseguir con más énfasis y sobre las cuáles hago más inteligencia”, explicó.