La Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos (AEDD), denunció que se hizo otro asado y un ensayo de murga en el lugar. En su momento, el ex presidente Néstor Kirchner les pidió a las organizaciones de derechos humanos que decidieran qué hacer con el sitio, y se consensuó convertirlo en un “Espacio para la Memoria y Derechos Humanos”, lo cual incluye un centro cultural en el cual organizaciones sociales (como la de la revista La Garganta Poderosa) tienen su sede y realizan actividades artísticas y recreativas.

Sin embargo, Enrique Fukman denunció por Continental que el espacio es “usado para algunos fines que no tienen relación con la memoria o los derechos humanos”, entre ellos “una murga y un asado preparado por funcionarios. el tronar de bombos y tambores de una murga que se hallaba practicando dentro de uno de los edificios” se silenció “al ser advertidos de la presencia del grupo”, afirmó.

En Magdalena Tempranísimo, Fuckman denunció que, al ser interpelados los miembros de la agrupación HIJOS sobre “lo hiriente” de hacer un asado en el lugar, “respondieron en forma despectiva y burlona, a la que se sumó una cobarde, patotera y agresiva actitud por parte de otras personas que los acompañaban”.

Para este grupo, el sitio “no debe ser un espacio de jolgorio y festejos sino de interpelación con respecto al genocidio perpetrado en la Argentina y sus consecuencias hasta el presente. Los asados en la ESMA tienen un solo significado: la quema de los cuerpos de nuestros compañeros muertos en la tortura o resistiendo en el momento de su secuestro”, dictaminó.

En 2012, la prensa de derecha ya había generado un escándalo mediático por este tema, que motivó críticas de la oposición y dos denuncias contra el ministro de Justicia, Julio Alak.