Ramal: “Pedraza está detenido, pero sigue manejando los hilos del sistema ferroviario”
"El problema no es proteger o no a los testigos, sino dejar de proteger a Pedraza", demandó Marcelo Ramal, dirigente del PO tras la reaparición de Alfonso Severo, testigo clave en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra.
Alfonso Severo fue encontrado anoche en la localidad bonaerense de Gerli, maniatado con precintos de plástico y vendado y remarcó que "pase lo que pase, voy a ir a declarar.
Luego de ser trasladado al hospital Finochietto de Avellaneda, donde recibió el alta médica a las 0.30 tras ser sometido a una serie de estudios, aseguró que "pase lo que pase" va a presentarse a declarar ante el tribunal.
El testigo fue liberado pasadas las 22 horas en la calle Clemenciau al 50, en Gerli, donde fue auxiliado por un empleado del Diario Popular, identificado como Fabián Abba. Se encontraba maniatado con precintos de plástico, vendado y con algunos golpes, luego de ser abandonado por un vehículo que aún no fue identificado.
Una vez preservado por la persona que lo halló, Severo entregó dos números de teléfono pertenecientes a una remisería de su propiedad, ubicada en la calle Mariano Acosta, desde donde finalmente fue escoltado por efectivos policiales y acompañado por allegados al hospital municipal de Avellaneda.
Al recibir el alta, tras ser sometido a una serie de estudios, Severo dijo a los periodistas que aguardaban en la puerta que "pase lo que pase voy a ir a declarar al juicio" por el crimen de Ferreyra, tras lo cual ingresó a su domicilio particular, que se encuentra a escasos metros del propio hospital, en la calle Anatole France.
En el breve contacto con la policía previo a su internación, el testigo sostuvo que fue capturado la noche del miércoles cuando una moto, con dos sujetos armados, le cruzó el paso a su vehículo en la zona de Avellaneda. Se estima que estuvo cautivo a lo largo de la jornada de ayer en una vivienda de Gerli, el mismo sitio en el que fue hallado anoche.
Severo, quien debía declarar en el mediodía de ayer, no es testigo directo de los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2010, cuando mataron al joven militante del Partido Obrero, sino por haber trabajado en Ferrobaires y tener conocimiento de los manejos internos del sector.
Tanto en 2009 como en 2010, Severo había sufrido amenazas y agresiones por parte de la conducción de Ferrobaires.
Por Continental, el dirigente del Partido Obrero Marcelo Ramal destacó que “su reaparición tiene que estar vinculada con la movilización que hicimos ayer. Acá el problema no es proteger o no a los testigos, sino que de una vez por todas lo dejen de proteger a José Pedraza, que está detenido, pero sigue manejando los hilos políticos y económicos del sistema ferroviario”.