Produjo fuertes repercusiones la confesión pública de la conductora de TV Mirtha Legrand sobre gestiones que dijo haber realizado en los años del Proceso de Reorganización Nacional por familiares que estaban desaparecidos.

La actriz, cuyo programa de almuerzos fue un símbolo de la mudez y del hundimiento en la banalidad durante la mayor masacre de la historia argentina, fue objeto de ácidas críticas de parte de diversos sectores defensores de los derechos humanos.

El legislador porteño Raúl Fernández ha pedido, en este contexto, que se le quite a la artista la ciudadanía ilustre de Buenos Aires.

Por Continental, el diputado de Encuentro Progresista afirmó que le “produjo una indignación enorme esta declaración de Mirtha Legrand. Lo cuenta como una anécdota de su vida”.

“Lo que me motivó a presentar este proyecto es la situación posterior. Una vez recuperada la democracia, donde ya no había miedo, ¿cómo no hizo un planteo público ante la CONADEP y organismos de derechos humanos?”, inquirió.

En La Mañana, reflexionó que eso “hubiera sido un aporte más a seguir investigando lo que pasó en esos años” en ese momento, pero que ahora resulta sólo una aportación oportunista.