Los hinchas de Riestra trataban de disimular la angustia en los minutos finales. Cantaban, pero no se animaban a soltar toda la euforia, porque River amenazaba con aproximaciones y el fantasma de la última derrota frente a Racing, en el sexto minuto de descuento, acechaba. Hasta que llegó el penal indiscutido del final, la definición precisa de Banegas contra el palo y el delirio por el 2 a 0 y el tercer triunfo frente a equipos grandes desde que llegó a Primera. En la misma cancha, Riestra ya había derrotado a Independiente y a San Lorenzo.