El accidente de trenes que tuvo lugar el 10 de mayo en Palermo, Buenos Aires, ha suscitado una investigación exhaustiva y ha resultado en el procesamiento de seis individuos. Este incidente se registró en las vías del ferrocarril San Martín y dejó un saldo de más de noventa heridos, de los cuales cincuenta y tres requirieron atención médica en diversos hospitales de la ciudad.

Los seis procesados están acusados de ser los autores del delito de estrago culposo agravado, dado que las acciones u omisiones de los mismos habrían resultado en lesiones a un total de sesenta y un (61) personas. Este tipo de delito se caracteriza por causar daño a la integridad física de las personas mediante la negligencia o imprudencia en el ejercicio de funciones que implican riesgo. 

El choque se produjo en la mañana del 10 de mayo, específicamente sobre el puente que cruza la Avenida Figueroa Alcorta, en las proximidades del Parque 3 de Febrero. Este evento ha sido objeto de un análisis técnico por parte de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), que, a finales de junio, presentó un informe preliminar sobre las causas del accidente. 

Según el informe, se confirmó la hipótesis inicial que circuló entre los testigos presenciales en el lugar del incidente: el sistema de señalamiento del tren no estaba operativo debido al robo de los cables en la zona. De acuerdo con testimonios de trabajadores del ferrocarril, que informaron a los medios de comunicación en el lugar del accidente, la falta de señalización fue un factor crítico en el choque. 

Esta implicación fue posteriormente respaldada por el gremio de La Fraternidad, que denunció la situación en un contexto más amplio de seguridad ferroviaria en el país. El accidente ocurrió cuando un tren de pasajeros, que había salido de la estación de Palermo con destino a Cabred, colisionó contra otra formación que se encontraba detenida sobre las vías en el mencionado puente.