Constitución se convirtió en un campo de batalla entre pasajeros que pretendían viajar en el Ferrocarril Roca y la policía luego de que se cerraran las puertas de la estación. Unas horas antes, un grupo de trabajadores tercerizados de seguridad del tren habían cortado las vías y no permitían que ninguna formación entrara o saliera.