Un jardín de infantes y una escuela ubicados en la zona oeste de Rosario fueron atacados a tiros, presumiblemente por cuatro o cinco sicarios. Los atacantes dejaron una nota culpando a un individuo de vender drogas para la Policía de Santa Fe. 

El primer incidente ocurrió antes de la medianoche en el Jardín Nº209, frecuentado por aproximadamente 150 niños. En la escena se encontraron cuatro balas de 9mm y una nota incriminando a un sospechoso de vender drogas para la policía.