Un incidente de seguridad ocurrido el 10 de febrero en la Quinta de Olivos, ha suscitado inquietud. Ese día, un adolescente logró eludir las medidas de seguridad al saltar un muro, accediendo así al jardín de la propiedad presidencial. 

El menor de edad, tras superar el cerco perimetral de la Quinta, fue visto deambular por el jardín antes de ser detenido por miembros del Ejército, quienes se encontraban en la zona debido a la presencia de Casa Militar y de los granaderos. El adolescente escaló un muro de aproximadamente 20 metros, y algunas versiones indican que utilizaba un monopatín para facilitar su ascenso. 

Este hecho ha sido objeto de críticas y cuestionamientos, especialmente en relación con la falta de tecnología de seguridad adecuada, como sensores en los muros, lo que ha llevado a algunos analistas a reflexionar sobre las implicancias de esta brecha de seguridad. La preocupación generada en el entorno presidencial no es infundada, dado que este no es un caso aislado. 

Históricamente, ha habido otros incidentes en los que la seguridad del presidente ha sido comprometida, lo que pone en el centro del debate la labor del jefe de Casa Militar, Sebastián Ibáñez.