En San Isidro, una pareja tuvieron a su tercer hijo mediante un tratamiento de fertilización in vitro y cuando estaban abandonando la clínica se dieron cuenta que algo no coincida. Al chequear cual era el grupo sanguíneo del bebe, el padre, se dio cuenta que no correspondía con los de él y su mujer. Entonces si los datos del bebe no eran correctos, genéticamete no era su hijo.