¿A dónde van las oraciones?
"Rezar es hablarle a Dios. Meditar es sentarte en silencio a escuchar, porque Dios va a hablarte."
Querido amigo y amiga: muchas veces me pregunto que a dónde irán nuestras oraciones, en qué lugar del infinito cielo se quedarán archivadas, o en qué libro sagrado transcritas. Si hay un Dios que las escucha o una fuerza telepática que le lleva a su "bandeja de entrada" nuestras súplicas y deseos.
Al anochecer, cuando estoy tumbada en el silencio de mi habitación, con el solo murmullo de una vela que quema el aire, me pregunto si podríamos "guardar o rechazar los cambios" que hemos conquistado en ese día.
Orar es pedir, meditar es recibir.
Orar es hacia fuera, meditar es hacia dentro.
Orar es con un Otro, meditar es Conmigo.
Atravesamos la última etapa del verano para algunos y del invierno para otros. Mientras el mundo compite por unas medallas que les harán superarse a sí mismos, patrocinados por millonarias firmas comerciales y deportivas que a su vez se enriquecen explotando a niños, mujeres y hombres que trabajan injustamente por salarios miserables. Y TODOS lo sabemos.
Hoy trasladamos el testigo de la "antorcha olímpica", para que se transforme en una antorcha de Paz y de
Luz dentro de la ceguera y la miseria que hemos sembrado en el planeta Tierra. Por ello tantas veces hincados de rodillas buscamos una respuesta que casi nunca llega. Estamos aquí, todos estamos aquí. Hoy contigo quiero formar un manto de palabras que se transformen en Mantras, letras sagradas, que abriguen nuestras espaldas y se anuden en nuestro corazón.
Amén.
mariló lópez garrido