La explicación mas generalizada dice que la presidenta Cristina Fernández protege a Amado Boudou para no pagar el costo político de haberlo designado sin consultar a nadie. Ella es la única responsable de haber elevado a la categoría de vicepresidente a Boudou, el líder del grupo de descuidistas marplatenses, como dice Jorge Asís.

Tal vez ella pensó en su juventud, en una renovación o en alguien que no tuviera poder propio para seguir siendo ella la gran electora. Pero, después de las últimas investigaciones de los periodistas todo parece indicar que Cristina no lo echa del gobierno al vice por algo todavía más grave: para ocultar que el autor ideológico de toda la operación de fundir primero y luego apropiarse de la imprenta Ciccone, fue Néstor Kirchner. Esta información que se desprende de las pesquisas más rigurosas que han hecho sobre todo Nicolás Wiñazky en Clarín, Hugo Alconada Mon en La Nación y Emilia Delfino en Perfil es demoledora para el mito y la leyenda que se quiso crear alrededor del ex presidente. Todo el tiempo Cristina dice que fue el mejor presidente en 50 años. Incluso dice que fue mejor que ella, en un gesto casi solitario de humildad que se le recuerde o como una forma de instalarse ella también en la historia junto a Juan y Eva Perón o, incluso, superando a ellos.

Pero lo cierto es que fuentes muy confiables, que participaron de la transa revelaron que los hermanos Ciccone recurrieron al ex presidente para pedirle ayuda frente a las deudas millonarias que tenía la empresa y la colocaban frente a una crisis casi terminal. Los mensajeros fueron dos grandes amigos de Néstor desde sus comienzos en Santa Cruz: Dante Dovena y Rudy Ulloa Igor.

Así empezó toda esta causa oscura que está tapizada de corrupción donde aparecen las huellas de Amado. Por eso está imputado aunque el lo niegue frente a periodistas que ignoran el tema y que defienden hasta lo indefendible del gobierno. La segunda máxima autoridad del país está imputada y acusada de enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. Nada menos. Y no solamente está imputado Boudou. También está su hermano y su padre. Y Amado no solo está imputado en la causa Ciccone. También en otras que ahora no vienen al caso. Este play boy que finge ser de izquierda, ex ultra liberal y militante de los Alsogaray es una de las piedras más grandes que tiene el oficialismo en su zapato. Cada vez que Boudou habla mal de alguien agranda al criticado.

Todo lo que toca lo convierte en barro porque perdió la credibilidad. Porque hay cientos de indicios que prueban su participación junto a su socio, padrino de casamiento, vecino de Puerto Madero y mejor amigo José María Nuñez Carmona y Alejandro Vandenbroele al que su esposa acusó de ser el testaferro del vicepresidente. Todos los caminos llevan a Boudou que se entrevistó dos veces con los hermanos Ciccone para bendecir a Nuñez Carmona: una en un estudio de Telefé y otra en un bar fashion de su barrio cheto.

Las fuentes le confirmaron a los periodistas que fue Néstor Kirchner el que, después de un partido de fútbol en Olivos le encargó la operación a Boudou. Fue Néstor el que le ordenó a Ricardo Echegaray exigirle la deuda de 239 millones a Ciccone y hostigarlos hasta obligarlos a quebrar y a vender sus acciones. El tema es que en pleno proceso, falleció el ex presidente. Pero al parecer Boudou siguió por las suyas. Néstor murió el 27 de octubre de 2010 y apenas dos días después, el directorio ya tenía las nuevas autoridades amigas del vice. Por eso para Cristina es un tema tan delicado. Por eso la causa Boudou es jugar con fuego para el gobierno y es el talón de aquiles por donde se puede desmoronar el relato oficial.

No es casual que se haya cubierto a Boudou hasta la complicidad. Que se lo haya elegido a él, un recién llegado al peronismo antes que a un camporista de la primera hora como Esteban Righi o que se haya intervenido primero y expropiado después la imprenta que fabrica billetes. El sueño del pibe para cualquier corrupto. Tener una máquina que escupe billetes. Aunque esos billetes lo puedan llevar a la cárcel.