Mientras manejaba por la Panamericana embistió a una bicicleta. El ciclista murió y el conductor del auto escapó, pero con el cadáver aún sobre el capó del vehículo. Así manejó más de 17 kilómetros, hasta que la empleada de un peaje lo denunció y el hombre fue finalmente detenido. Al día siguiente, fue liberado.

Esta insólita y trágica situación comenzó el domingo cerca de las 6.30 de la mañana, cuando un hombre de 28 años chocó con su Peugeot 504 celeste a una bicicleta que circulaba por la Panamericana a la altura del kilómetro 52. El ciclista, identificado como Reinaldo "Cacho" Rodas, de 53 años, murió en el momento.

El cadáver quedó sobre el capó y el parabrisas, del lado del acompañante. De esta manera, el conductor viajó más de 17 kilómetros hasta el peaje de Tortuguitas. Allí, a la empleada que lo atendió le llamó la atención y le remarcó que había un muerto en el auto.

De inmediato, la empleada avisó al personal de seguridad del peaje, que demoró al conductor hasta que llegó la Policía local. El hombre quedó detenido en la Comisaria 7° de Lagomarsino, pero fue liberado ayer porque está implicado por un delito excarcelable ("homicio culposo", sin intención).

"Para mí es un asesino", dijo hoy, entre llantos, la hermana de Rodas. "Para mí está acostumbrado. Tenés que estar acostumbrado para hacer una cosa así", agregó la mujer, quien dijo que aún no se sabe cuáles eran las condiciones del conductor al momento del accidente.

"Encima dicen que cuando la chica del peaje le dice que hay alguien en el auto, él le dice '¿Qué? ¿Tengo que pagar para dos?'", relató, indignada y angustiada.

Según contó la hermana, Rodas era vigilador del country Mapuche de Pilar, al que iba todos los días en bicicleta. "Siempre iba por la banquina", apuntó.

El hombre de 53 años estaba casado y tenía un hijo de 13 años. "Toda su vida fue el nene, que encima es su único hijo. Ellos se amaban. Creo que no amaba a su señora como amaba a su hijo", dijo la hermana y reclamó asistencia psicológica para el chico.